Lo que yo sentí el primer día fue pasión, algo en mi interior vibraba y luchaba por salir por todos los poros de mi piel. El Coaching era lo que llevaba buscando ni se sabía cuánto tiempo, y en esos momentos de mi vida, era lo único que podía ayudarme.
Enrique Jurado me llegó al alma diciendo las palabras adecuadas en el momento adecuado. El programa del curso no podía ser más ideal y los compañeros no podían ser más complementarios. Conocí a gente tan diferente que me convencí de que todos estábamos ahí por algún motivo, y que si la vida nos había juntado a todos en ese momento, en esa edición, en esa sala, era por algo.
Lo he sabido un año después, a día de hoy.
Recuerdo que hicimos la Rueda de la Vida. Hoy la he hecho otra vez y ha sido muy curioso ver los resultados. A nivel general mi satisfacción ha aumentado considerablemente. Me siento más enérgica, más capaz, más confiada. Todo gracias al proceso de desarrollo personal que he realizado durante todo el curso.
Si pudiera hablar con mi “Yo” de hace un año le diría que ni se imagina el bien que le va a hacer el proceso de Coaching a su vida y que, aunque habrá sacrificios que tendrá que hacer, al final el resultado merecerá la pena.
Sigo disfrutando de la vida pero ahora con una nueva perspectiva. Todas las herramientas las uso en mí y veo sus resultados, por eso defiendo el Coaching.
ES VERDAD QUE SE PUEDE LLEGAR A SER LA PERSONA QUE NECESITAS SER PARA CREAR LA VIDA QUE QUIERES PARA TI.
Yo lo he hecho. ¿A qué esperas tú?