16 de octubre de 2013

Yo, esa gran desconocida

Para cambiar algo antes tienes que conocer bien ese algo.

Y para cambiarse a uno mismo es necesario un autoconocimiento bastante profundo. Cuando nos tocamos salen nuestros demonios, escondidos desde hace no sabemos ni cuánto. Por eso hay que tener cuidado en cómo y dónde tocamos.

En mi caso, me embarqué en la aventura de conocerme hace relativamente poco tiempo, y me he dado cuenta que con el tiempo he ido cargando los fantasmas  de los demás, sus sombras, sus miedos,... Y los he hecho míos.

Fue devastadora la búsqueda de mí misma. Me busqué y ¿qué encontré? Sólo basura, restos de otros, restos del pasado, dogmas inservibles, copias baratas de algo que en su día debió de servirme pero que ahora ya no.

Yo pensaba que encontraría sueños, altos ideales y valores arraigados, pero en vez de eso me topé con una realidad vacía y desvalijada. Me había ido ahogando en las sombras de los que me rodeaban, y ahora me encuentro profundamente perdida en las profundidades. No sé quien soy, no sé quién fui... Sólo sé que no soy nada y es hora de cambiar eso.

¿Cuál ha sido mi decisión? Ha sido sencillo, igual que aquel que limpia una herida, he eliminado de manera consciente y física todo aquello que no soy yo; todo aquello que me estorba para una visión clara, todo aquello que perturba mi alma, para después, escuchar en mi interior todo aquello que siempre he sido, todo aquello que he olvidado que soy... y luego mejorarme para llegar a ser la mejor versión de mí misma.

Elimina los intermediarios....
Ve directamente a la fuente.


                                                                       ¿El resultado?
Ya lo dirá el tiempo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos cambiamos de dirección. Visítanos en www.befullness.com

About Me

Con la tecnología de Blogger.

Blog Archive

Páginas

Sesiones de Coaching

Etiquetas

Buscar en el blog