2 de abril de 2014

Todo tiene consecuencias

"Todo tiene consecuencias".

¿Cuántas veces hemos escuchado eso desde pequeños?
Evidentemente, no hay que tener un máster en Física para saber que cada acción tiene una consecuencia. Sin embargo, esa frasecilla con tono de reproche que todos tenemos grabada a fuego en nuestro subconsiciente, no quiere decir eso.

Si la analizamos, más bien parece decir: "Cuidado con lo que haces, que las consecuencias pueden ser devastadoras".   Y en parte es cierto. Si tiramos una colilla al monte, es posible que produzcamos un incendio imparable. Si conducimos a 200km/h, es posible que tengamos un accidente.....

Pero... ¿y a nivel más sutil?   "Todo tiene consecuencias" nos puede alejar de lo que queremos. Si queremos ser oradores, y pensamos que si titubeamos, nos equivocamos, nos ponemos nerviosos, puede pasar que se rian de nosotros, que nos tiren tomates. ¡¡Oh dios mío, eso son consecuencias!!

¿Qué posibilidades hay de que pase eso? Sin embargo, tu subconsciente ahí está, machacándote.

¿A dónde quiero llegar? Es cierto que todo tiene su consecuencia, pero también es verdad que es una creencia tan arraigada como limitante en ocasiones. Además, ¿quién dijo que que te tiraran tomates es malo? ¡Qué rico gazpacho podríamos hacernos!  También es cuestión de reencuadrar la consecuencia, quizá lo que necesitemos es mejorar nuestra dicción, o nuestro guión.   

Espero no haber sido muy tajante con mis ejemplos. A lo que quiero llegar es que no todo es tan tremendista. La vida no es lo que se nos presenta, sino lo que hacemos con lo que se nos presenta. Actuemos siendo responsables y aprendiendo de cada experiencia.

¡Ánimo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nos cambiamos de dirección. Visítanos en www.befullness.com

About Me

Con la tecnología de Blogger.

Blog Archive

Páginas

Sesiones de Coaching

Etiquetas

Buscar en el blog